​El año 2014, abrimos las puertas de Cal Marqués, un proyecto que nace de nuestra pasión por la cocina y el vino, con un fuerte compromiso con los sabores y tradiciones de nuestro territorio. Nuestra filosofía se basa en la cocina arraigada en el Valle de Camprodon, una cocina ripollesa que se enriquece con las influencias de la cocina fronteriza francesa.

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Por nosotros es muy importante la calidad del producto de proximidad y ofrecemos platos elaborados con ingredientes locales y de temporada, priorizando pequeños productores y marcas propias, como la carne de cordero de casa, que reflejan la riqueza de nuestra comarca. Gracias al proyecto familiar de una pequeña manada de oveja ripollesa, raza autóctona de nuestro territorio podemos dedicar una parte de nuestra oferta gastronómica a crear platos con este producto como protagonista.

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Nuestra carta no es convencional ni tradicional, puesto que nos gusta innovar y explorar proyectos singulares, pero siempre partiendo de la cocina catalana y con un respeto profundo por el que la tierra nos ofrece. La simbiosis entre el producto de proximidad y de temporada y la experiencia de nuestro equipo es el que nos permite crear platos que no solo alimentan, sino que explican una pequeña parte de la historia de Cataluña.



Esta red de confianza con los productores que conocemos y admiramos se traduce en una cocina que es un reflejo del territorio, comprometida con su sostenibilidad y su futuro.